harrespil
Concurso para el diseño y ejecución de una instalación permanente en el parque de aiete en memoria de las víctimas del holocausto.
Diciembre 2019
lema: HARRESPIL
El holocausto nazi es sin duda uno de los episodios más terribles de nuestra historia. Millones de personas fueron asesinadas por el simple hecho de ser diferentes. La instalación propuesta homenajea y recuerda a las víctimas vascas deportadas a los campos de concentración nazis.
Se disponen 150 piezas irregulares de hormigón sobre el césped que representan a los vascos exiliados. Las piezas, aparentemente diferentes y desordenadas, siguen un patrón concéntrico que nace del árbol de Anne Frank y va expandiéndose radialmente colonizando el parque atravesando caminos y sorprendiendo al paseante que, de pronto se encuentra rodeado por un conjunto de pequeñas piezas irregulares de hormigón.
Las dos primeras hiladas de piezas más cercanas al árbol se realizan con 21 piezas idénticas que representan a los 21 donostiarras deportados. Estas piezas pertenecen al conjunto escultórico pero son algo mayores que el resto, totalmente idénticas y se colocan muy cerca unas de otras. Protagonistas de la instalación pero integradas en el conjunto se disponen en el germen de la onda expansiva a través de la que se ordena el conjunto.
La disposición de las piezas es una reinterpretación de un crómlech (harrespil en euskera), monumento megalítico funerario formado por círculos de piedras alineadas clavadas en el terreno.
La instalación no pretende transmitir un ambiente mortuorio ni de lápidas funerarias sino disponer un conjunto escultórico bello sobre el césped. Las disposición irregular de piezas de diferentes geometrías otorgan al conjunto un carácter lúdico y producen interesantes juegos de sombras sobre el terreno.
El gran número de piezas desperdigadas por el césped pretenden concienciar al paseante del elevado número de vascos exiliados a los campos de concentración nazi. Ver todas las piezas dispuestas sobre el terreno permite darse cuenta de la cantidad de personas que sufrieron el horror nazi.
Sin embargo, recordarlas en un entorno bello, tranquilo y amable como es el parque de aiete, busca dejar de lado la brutalidad y recordar a las víctimas en un ambiente de sosiego e intenso contacto con la naturaleza.