izurtza

INTEGRACIÓN DEL EDIFICIO EN EL ENTORNO

La propuesta arquitectónica resuelve las 14 viviendas en 2 bloques de pequeña escala conectados por una pasarela. Romper el volumen sugerido por la modificación puntual de las NNSS en 2 pequeños cuerpos, de escala similar al caserio Garauntza, soluciona eficazmente el reto urbanistico de la parcela integrando de una manera natural las nuevas edificaciones en la trama urbana de Izurtza.

Una de las piezas gira sutilmente para evitar miradas entre los 2 cuerpos y potenciar la imagen de piezas sueltas en el paisaje.

Este giro crea un espacio intersticial entre los bloques que se imagina como un espacio de relación entre los vecinos propio de los núcleos rurales, y de utilización para zonas comunes como el cuarto de bicicletas y recogida selectiva.

Nos inquieta optimizar la orientación de las viviendas. Por este motivo, apostamos por una solución que resuelve el programa con las 14 viviendas con salones en esquina y orientaciones a sur y a oeste. De esta manera, todas las viviendas disfrutan de las privilegiadas vistas de la parcela hacia las masas rocosas calizas de Mugarra y Untzillaitz con una orientación óptima.

ORGANIZACIÓN Y VIVIENDAS

La edificabilidad de la unidad no llena el volumen máximo permitido, posibilitando plantas en “L” que permiten cinco viviendas por planta con una muy buena orientación y con las estancias principales, incluso la cocina, orientadas al exterior. Una galería abierta permitirá dotar de ventilación cruzada a la vivienda.

Un solo núcleo de escaleras es suficiente para organizar cinco viviendas en cada planta, conectando los bloques por una pasarela en la cara norte de la parcela, reduciendo los gastos de mantenimiento. Todas ellas tienen ventilación cruzada, en esquina y a través de dos pequeños patios, libres de olores de cocinas, que además sirven para iluminar el espacio común de planta. Se han agrupado las zonas húmedas. Las zonas de día y de noche se organizan de tal modo que se eviten molestias entre vecinos. Las viviendas en esquina abren su zona de día a la orientación más favorable, a través de una generosa terraza que permite el contacto intenso con el exterior protegido del sol de verano. En planta baja se disponen cuatro viviendas y locales comunes destinados a basura selectiva y a bicicletas.

La fachada esta formada por un enfoscado blanco sobre ladrillo tosco, y paneles y bastidores de madera local (pino radiata) tratado para el exterior, en elementos comunes y balcones y huecos de fachada. De esta forma es la pragmática de la construcción lo que da imagen a la arquitectura.