autor: estudio beldarrain
intervención: colaboración como arquitecta jefe de proyecto
fotografías: jesús martín
Accésit en los PREMIOS COAVN de arquitectura 2013
Proyecto seleccionado en los PREMIOS FAD de arquitectura 2014
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Dos son seguramente las señas de identidad del camino gastronómico emprendido por Peio Sada, responsable del restaurante LA PIAZZETTA DE GROS: la permanente innovación y la búsqueda de la comida sana, incluso adaptada a minorías como los celíacos o vegetarianos.
Por ello, el restaurante no podía ser una pizzería tradicional y el diseño del local pretende acompañar a la filosofía del negocio con una arquitectura que, alejada de ornamentos innecesarios, busca lo esencial con pocos medios, pero sin renunciar a su voluntad de servicio y de vanguardia.
Se apuesta por utilizar toda la profundidad del local para la sala de comedor en una búsqueda de luz natural, recuperando un pequeño patio situado al fondo del local, así como una ventana alta en la zona intermedia del mismo. Por la misma razón se abre todo el frente de fachada y se acristala, permitiendo que la luz de sur bañe la entrada del local. Estas tres aperturas al exterior, se convierten al mismo tiempo en tres puntos de contacto con el entorno natural. Casi desde cualquier punto del restaurante se puede disfrutar de las plantas y hiedras que crecen por la pared del patio, de las cuidadas plantas del vecino que se divisan por la ventana alta (naturaleza prestada), o de los árboles de la plaza que frente a la fachada acristalada, sombrean la terraza del local.
El local abusa del color blanco y de los tonos claros para optimizar la luz natural y el confort visual en un clima poco luminoso en invierno como el de San Sebastián. Una gran pared de paneles de madera reviste todo el frente de la cocina desde la fachada hasta el fondo del local. Las tablas, formadas por tableros de virutas orientadas de madera reciclada, nos recuerdan que no hizo falta talar ningún árbol para su ejecución. Un techo ondulado, formado por gruesos tubos de cartón reciclado, se alabea para ocultar los capiteles y las potentes vigas de canto del local, garantizando el confort acústico y dando unidad al conjunto.