orio
lema: eman bostekoa!
equipamiento cultural área Hondartza_Orio, enero 2011
IMPLANTACIÓN EN EL ENTORNO
Construir en el encuentro entre la trama urbana y la línea de costa, junto a las dunas terciarias protegidas y junto al puerto deportivo supone un gran reto arquitectónico. El respeto por un entorno tan privilegiado y la adecuación a la escala urbana de la villa de Orio son el motor generador de la propuesta.
El proyecto propone fragmentar el edificio en 5 volúmenes independientes estratégicamente dispuestos en la parcela para generar una plaza urbana que los relaciona entre ellos y con la ciudad. El resultado es una intervención totalmente permeable que conecta el paseo urbano con el paseo marítimo y ofrece visuales inesperadas al peatón.
La fragmentación en piezas responde a unas necesidades programáticas concretas. De esta manera, el tamaño y la volumetría de cada cuerpo se define según el uso que contiene. Al vincular cada espacio y sus características a un tipo de uso cada pieza adquiere una identidad clara en el conjunto. Esta segregación permite la posibilidad de construir por fases de una manera gradual y con mínima interferencia en el parque y la vida cotidiana de esta zona de la villa.
La riqueza volumétrica producida por la fragmentación consigue además un conjunto edificado coherente con la escala de la ciudad que lo aloja y amable con el peatón.
Los edificios se organizan entre ellos de forma multilítica sobre el mar y la arena, como las dunas o los barcos del puerto. Como las propias edificaciones tradicionales de la villa, donde los espacios públicos se protegen y sus accesos son resguardados.
LA PLAZA: espacio flexible
La plaza es el escenario dinámico de la ciudad emergente.
La diversidad de elementos circundantes y propios, residencias, camping, puerto deportivo, auditorio, museo…van a poner a prueba la versatilidad de la plaza y el centro Hondartza. Esta eficacia se optimiza abriendo el espacio al máximo. Por ello, el proyecto propone que el auditorio comparta con el pueblo su foyer.
Este recinto se configura con unos cerramientos correderos y batientes capaces de modificar el espacio dependiendo de las necesidades. De esta manera, cuando el auditorio no esté en uso, su antesala se abre y pasa a formar parte de la plaza urbana.
La geometría pentagonal de las piezas invita a realizar una cubrición del espacio de plaza mediante piezas triangulares fruto de la intersección virtual de las aristas de los diferentes pentágonos. De esta manera, unas ligeras lonas textiles triangulares que recuerdan a las velas de los barcos, acompañan a las lamas de madera cubriendo el espacio a diferentes alturas y permitiendo que entre luz entre ellas.
A la entrada de la plaza, 13 remos en alto recuerdan el habitual gesto de victoria de los remeros de Orio. La línea virtual que configuran los remos ayuda a ordenar la plaza urbana y define el límite entre la zona cubierta y la zona descubierta. Estos remos de acero son el soporte estructural de las lonas textiles y las lamas de madera sobre la plaza.
El proyecto ofrece a Orio una nueva plaza de encuentro y disfrute, común a todos. Es fácil imaginar un mercado de frutas y verduras bajo las lonas, o unos niños utilizándolo como aterpe de juegos, unos aitonas descansando a cubierto mientras para de llover o la salida de un gran evento en el auditorio.
EL PENTÁGONO
El edificio, como apéndice urbano, deja a un lado el paisaje abierto, deportivo y natural del paseo marítimo y se curva alrededor de la plaza, al este, donde la actividad de vecinos, turistas y usuarios del centro discurre activa y protegidamente.
La propia morfología quebrada, angulosa, del solar y el paseo naútico dibujan la forma original del conjunto. Una línea quebrada de intención contemplativa pero que sugiere y deriva de las angulosas y pentagonales plantas de las defensas marítimas y terrestres. En estos casos también el pentágono es el resultado de una economía material-espacial de medios sumado a la optimización defensiva, en nuestro caso aerodinámica, térmica, volumétrica y de adaptación al sitio.
USOS Y PROGRAMA
El visitante llega a una plaza enmarcada por las edificaciones.
Al sur, las SALAS POLIVALENTES son las piezas más expuestas a la ciudad y sus habitantes como destino urbano final donde las actividades propias y ajenas siempre serán un motor de acción ciudadana y empresarial. Estas dos salas se abren con generosidad a las vistas, al sol del mediodía y a la plaza que les da acceso y tienen la posibilidad de conectarse entre ellas generando un espacio único.
El volumen principal del conjunto es el AUDITORIO. Una pieza sólida y hermética que actúa como centro gravitatorio del complejo. Este edificio, como proa de un barco, encara el Norte y la salida de la ría, presentándose ante esta con aspecto pétreo, con su equivalente geológico, igeldo, a la espalda.
El MUSEO funciona como el par homólogo del auditorio en altura e importancia pero de menor superficie dadas sus necesidades espaciales. Esta pieza se desarrolla en tres plantas sobre rasante conectadas entre ellas por dobles alturas y, junto con el auditorio, conforma la parte Norte-Cultural más formal y expositiva.
Por último el RESTAURANTE es un elemento colocado a modo de rótula entre las salas polivalentes y el auditorio, pudiendo dar servicio a ambos usos. Este cuerpo provee de servicios al complejo y a la ciudad y es a la vez generador de actividad y usuarios.
Las jerarquías funcionales y espaciales están en armonía con las respectivas ubicaciones de las piezas y a su vez concilian el doble uso de la plaza, por una parte actividades vinculadas con el centro y por otra actividades propias de la ciudad.
ACERO, LONAS Y MADERA
La estructura del edificio será de hormigón armado en pilares, vigas y losas. Será prefabricado (losas alveolares, vigas prefabricadas o prelosas) en aquellos puntos en que las luces lo aconsejen.
Las fachadas quedan peinadas en horizontal por LAMAS DE MADERA cada 1.15 m. Estas lamas se prolongan siguiendo la geometría de las aristas de los pentágonos y enlazando unos con otros evidenciando la continuidad del conjunto y aportando una condición abstracta a la fachada.
En los entrepaños una celosía de sencillos paneles de ACERO CORTÉN PERFORADO permite sombrear las fachadas en verano garantizando confort lumínico y térmico, al tiempo que la vibrante celosía se percibe como una piel abstracta y continua que acentúa el carácter objetual de la propuesta. Esta celosía se abre buscando las vistas en los paños acristalados y se cierra a modo de piel abstracta en los paños ciegos.
Entre las lamas de madera y sobre el espacio público, se tensan las LONAS BLANCAS que protegen la plaza del sol y la lluvia.
Los acabados interiores serán sencillos, continuos y extendidos de forma sistemática por todo el edificio, respondiendo al concepto unificador que se pretende. Se abusará del los colores claros para dar la mayor luminosidad posible a los espacios interiores.
Se pondrá especial cuidado en ordenar los espacios destinados a la distribución de redes de instalaciones para facilitar su mantenimiento, ampliación o modificación. Se priorizará dejar previstas unas buenas infraestructuras en el edificio que permitan gran flexibilidad a futuro.