zumaia
San Miguel Artadi, Zumaia
proyecto: 2016
obra: 2017
fotografía: Laurentzi Garmendia
La vivienda es el nuevo hogar de los propietarios de la parcela, una familia joven con dos hijos. Es una vivienda hecha a medida, con singularidades de organización fruto de sus necesidades específicas y también de sus sueños.
El barrio de San Miguel Artadi de Zumaia se levanta en una colina desde la que se divisa una hermosa panorámica. La situación de la parcela, en una ladera orientada a sur y con vistas despejadas hacia el valle, hace de este emplazamiento un lugar privilegiado para vivir. La nueva vivienda aprovecha la geometría trapezoidal de la parcela para situar, casi como si fuera algo instintivo, todos los espacios (a excepción de uno de los baños) orientados buscando el soleamiento y las vistas del valle que ofrece la parcela.
El resultado es un espacio fluido en el que al moverse entre las estancias la presencia del paisaje lejano es una referencia constante. Esta cierta sensación de aislamiento del entorno próximo y la atractiva relación con el valle explica de alguna manera la génesis del proyecto.
La organización interior de la vivienda y la calidad espacial de sus estancias se han convertido en protagonistas del proyecto y su presencia en el entorno es casi consecuencia directa de ellas.
De esta manera, apoyándonos en la exigencia urbanística de construir con cubierta a 2 aguas de teja roja, resolvemos el volumen como una adición de cubiertas que se van adaptando a las necesidades propias de cada espacio controlando los volúmenes a calefactar y creando singulares espacios personalizados y adaptados a las necesidades de sus futuros habitantes. Así, la lectura exterior de la edificación es de adición de volúmenes con cubiertas a 2 aguas que dan un carácter abstracto al conjunto y evocan la suma de cumbres que moldean el paisaje lejano.
El cuerpo edificado se aproxima al límite norte de la parcela, respetando los 3m de retiro, para liberar la mayor parte del jardín en la zona sur más privada y soleada. El acceso peatonal y rodado se realiza desde la calle y la fachada norte. Al aproximarse a la vivienda, la edificación se percibe como una adición de 4 modestos volúmenes de pequeña escala sin apenas aberturas a esta fachada norte. Es, sin embargo, al acceder al interior de la parcela, cuando, al descubrir la fachada sur, se percibe la verdadera escala de la vivienda, totalmente abierta al jardín y a las vistas.
La adición de diferentes cuerpos compone un volumen complejo que se genera de forma orgánica de dentro a fuera, confiando la armonía del conjunto al reflejo de la calidad de los espacios interiores. La contención en el número de materiales a utilizar y en los gestos arquitectónicos pretenden dotar al conjunto de un carácter abstracto que se quiere potenciar. Se ha proyectado una piel continua de teja cerámica roja que se extiende a las fachadas este-oeste haciendo equivalentes fachadas y cubiertas acentuando el carácter abstracto de la propuesta y dotándola de la escala doméstica que reclama esta arquitectura residencial.
Las fachadas norte y sur se revisten, en cambio, con paneles de chapa ondulada minionda a modo de fachada ventilada, potenciando la ambigüedad entre ambos planos.
Al llegar a la vivienda se accede directamente al espacio que comparten la zona de estar y la cocina. Es un espacio diáfano totalmente abierto a la terraza, al sur y a las vistas con una cubierta a 2 aguas que genera un volumen generoso que potencia la singularidad de este espacio.
A la izquierda, junto a la escalera que nos conduce a la planta del semisótano, un pequeño distribuidor nos conduce a la zona de dormitorios. El dormitorio principal disfruta de un gran ventanal abierto totalmente a las vistas. Tras este volumen, los 2 dormitorios infantiles se asoman a las vistas aprovechando la geometría trapezoidal de la parcela. Debido a la reducida superficie de los dormitorios infantiles (8.1 y 9.7 m2), se ha diseñado un espacio en entreplanta a modo de litera aprovechando el volumen del espacio.
En el semisótano se ha proyectado un espacio de ocio con uso esporádico. Se trata de un único espacio totalmente relacionado con el jardín con uso de zona de estar y cocina con una gran mesa de comedor para cuando reciben invitados. El protagonista de esta planta es la piscina cubierta relacionada con el jardín mediante una carpintería corredera que se podrá abrir casi completamente en verano.
Los espacios interiores de esta planta se han diseñado con unas carpinterías correderas que permiten un contacto muy intenso con el jardín potenciando su uso y relacionando la vida de la casa con la naturaleza próxima además de la mencionada relación con la belleza natural de las vistas lejanas (doble relación cerca-lejos).